La confianza y la cercanía con nuestros clientes es un factor positivo y característico del sector farmacéutico, estamos acostumbrados a atender casi siempre a las mismas personas, familias enteras del barrio. Pero en ocasiones, esta confianza puede ser un arma de doble filo, pues hay momentos en los que no disponemos de tiempo para atender según que consultas, para los usuarios siempre serán cuestiones de emergencia, pero nosotros, como profesionales, sabemos qué es lo que puede esperar y qué no y esos momentos en los que estamos más desahogados, en cuanto a la atención al cliente se refiere, son idóneos para avanzar en aspectos internos y de logística del establecimiento, pero en cambio, si durante estos periodos de tiempo tenemos que atender las consultas gratuitas de nuestros clientes más fieles, estaremos malgastando nuestro tiempo, tiempo difícilmente recuperable.
Está claro que nuestro deber es satisfacer las necesidades del cliente y por eso mismo, el uso de un blog farmacéutico puede ayudarte a ti y a tus clientes a mantener una comunicación mucho más fluida y ágil.
Un espacio interactivo en el que resolver dudas y cuestiones de todo tipo, en donde informar de datos relevantes como las guardias, los días en que permaneceremos cerrados, novedades y noticias de actualidad que puedan afectar al consumidor, entre otros, calendarios de vacunas publicados por sanidad… Una buena idea, antes e comenzar el blog, sería sentarte con tus empleados y hacer una recopilación de las consultas que más os hacen al cabo del año y así ir dándolas respuesta cada día en el blog.
Hoy en día prácticamente todas las generaciones utilizamos Internet a diario, desde el ordenador de casa, tablet o móvil, por eso, si informamos a nuestros clientes cuando se acerquen a la farmacia y si avisamos con carteles en nuestro escaparate de la existencia de nuestro blog como una farmacia de guardia online 24 horas y como espacio de noticias, acostumbraremos al público a consultar cada semana nuestro blog y, con tiempo, evitaremos que nos colapsen y nos retrasen otras labores necesarias para el buen funcionamiento de la farmacia, a causa de tener que atender a todo el mundo in situ.
